El pulpo a la gallega nos encanta, pero te recomendamos que pruebes también el pulpo a la parrilla. Una receta sencilla pero con la que seguro triunfarás en tus barbacoas, el truco está en cocer bien el pulpo. No te pierdas nuestro truco de cocción y disfruta de este delicioso molusco.
INGREDIENTES
- Pulpo
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimentón
- Laurel
- Romero
Preparación:
En esta receta podemos cocer nosotros mismos el pulpo u optar por la opción de comprar el pulpo ya cocido. Esta segunda opción es menos económica que la primera, además te enseñamos la mejor manera de cocer el pulpo para que puedas hacerlo en casa y quede en su punto, así que no tengas miedo y ¡sigue nuestras indicaciones!
La cocción del pulpo es el paso más importante en esta receta, ya que el pulpo tiene que quedar en su punto y tierno.
Antes de poner el pulpo a concer, debemos sumergirlo en agua y enjuagarlo bien mientras masajeamos los tentáculos del pulpo, de esta manera quedará más tierno.
Después cortamos las puntas de los tentáculos y la cabeza y volvemos a enjuagar el pulpo en agua fría.
Una vez tenemos el pulpo limpio, ponemos a cocer agua con unas hojitas de laurel y un poco de romero.
Cuando el agua ya esté hirviendo, introducimos las patas del pulpo en el agua durante un segundo y volvemos a sacarlo. Los tentáculos se habrán rizado.
Repetimos este proceso 4 veces más, aumentando un segundo más en casa sumergida e introduciéndolo un poco más cada vez.
Cuando ya lo hemos sumergido durante cinco segundos, introducimos el pulpo entero y lo dejamos cocer durante 45 minutos aproximadamente.
Untamos nuestra parrilla con el aceite de oliva para que al asar el pulpo no se quede pegado a la rejilla.
La mejor parte del pulpo para colocar en nuestra parrilla son las patas más gruesas. Antes de colocarlas en las brasas les agregamos un toque de sal y pimentón picante.
Si nuestras brasas están listas colocamos la parrilla y dejamos el pulpo un par de minutos por cada lado y ¡listo! Ya tenemos nuestro plato de pulpo. Recuerda que el pulpo tiene que estar un poco tostado y con las marcas de la parrilla, antes de retirarlo del fuego.
Podemos degustar este delicioso plato sin ningún aliño, porque realmente según sale de la parrilla está perfecto, pero siempre puedes añadir un toque extra.
Por ejemplo podemos rociarlo con un chorrito de aceite de oliva virgen, acompañarlo de una salsa de ajo suave o preparar unas verduras a la parrilla y servirlo en el mismo plato.